miércoles, 29 de septiembre de 2010

*** *

Cuando me di cuenta le respondí: En primer lugar con un buenas noches y luego le pregunté yo que qué interés tenía en saber si venía frecuentemente a aquel bar o no, y también le pregunté que de dónde era, si es que nunca había visto a una mujer bebiendo café en una barra, no era tan raro ¿no?. Para mis adentros pensé que quizás si era extraño ver a una chica sola en una barra, pero aquel bar, aquel bar era donde podía evadirme del mundo y donde podía ver a Marcos, un gran amigo que sólo veía en el bar y dos noches a la semana, cuando libraba. Quizás también fui algo borde con aquel muchacho, pero prosiguió la conversación contestándome lo siguiente: Pues en mi ciudad es raro ver a una chica en una barra de un bar cualquiera y menos a estas horas de la madrugada, aunque supongo que dejaría de ser extraño para mi, porque me acostumbraré pronto a verte a ti en esta barra ¿no? O eso espero. Me he mudado de ciudad, por motivos… (Se quedó en silencio y algo pensativo, su sonrisa se convirtió en seriedad)…por unos motivos personales.

Al ver el cambio de expresión decidí contestarle a la pregunta que me hizo y le dije, que sí, que sí solía frecuentar este bar. Aún no me creía que estaba teniendo una conversación con aquel muchacho, que mirada, que ojos, que…(Selena deja de pensar ya en todo él, al final se dará cuenta me dije a mí misma) De inmediato sonrojé, por lo menos eso me dijo él. Para seguir rompiendo el hielo me dijo que se llamaba Derek y pidió a Marcos un par de mojitos para los dos. Nos dimos un par de besos y allí seguimos conversando toda la noche. Hoy no tenía prisa, era sábado y mañana no madrugaba, así que me quedé con Derek hasta que cerraron el bar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario