miércoles, 29 de septiembre de 2010

Una noche...diferente

Mirada insinuante y oculta entre aquel humo fue en lo primero en lo que me fijé al entrar en aquel bar. Era una noche fría, de las que quizás debería de haberme quedado en casa, pero la necesidad de cafeína en mis venas era superior a las ganas de quedarme atrapada entre el calor de mis mantas y mi gato Felino. Él se quedo en la puerta de la entrada. Tras salir de casa, hasta podía escuchar sus maullidos.

Así que me armé de valor para echar a andar lo más rápido posible ya que el frío se apoderaba de mi cuerpo. Abrigada hasta arriba, tan sólo era capaz de percibir el aroma que desprendía mi bufanda, aquella bufanda de lana que antes era de mi madre y ahora pasó a ser mía. Paso tras paso conseguí ver el candil que colgaba de la pared de aquel bareto. Por fin había llegado, pensé. Que eterna se me hizo la caminata de escasos minutos que parecían no pasar y clavarse cada segundo en los pasos que daba sin dejarme avanzar hacia mi destino.

*

Tan sólo tardé dos minutos en llegar al bar de aquella esquina. Así que me dispuse a entrar al bareto del barrio, el más próximo de casa, situado en la quinta avenida. A dos minutos de casa pero en mi realidad parecía que había durado unos diez minutos.

Me senté en un extremo de la barra, me quité la bufanda y el abrigo. Aún tiritaba del frío y no era capaz de observar a quien tenia a mi alrededor aquella noche de frío, hasta que aquel humo hizo que me picara los ojos y fue entonces cuando fui capaz de apreciar, de ver cada detalle de aquel muchacho, cada movimiento. Pude ver el placer que le producía el fumar, cada calada, como inundaba sus pulmones de humo y ver aquellas densas nubes de éste que le acariciaban sus labios, por cierto unos labios finos, pero apetecibles. Creo que me avergoncé de pensar aquello y dejé de mirarlo en ese preciso momento.

**

Cuando desperté de aquella hipnosis pude darme cuenta que Marcos, el camarero ya había puesto mi capuchino en la barra. ¿En qué estaría pensado que ni siquiera lo vi aproximarse hacia mi?, y por colmo sorprendí a aquel muchacho mirándome, así que dejé de admirar como se fumaba un simple cigarrillo y me dispuse a darle el primer trago al café.

Quería sentir el calor en mis arterias y por fin dejar de sentir ese helor en mi cuerpo. El primer trago estaba ardiendo, pero pude sentir el hervor en mi garganta y un escalofrío me recorrió el cuerpo entero, creo que hasta llegué a hacer un leve movimiento. Era fuego en mis venas, que hacía que mis ojos se entreabrieran un poquito más.

Yo sólo quería un simple café, quería despejarme de este día, pero no tenía señales positivas esa noche. La vergüenza comenzaría a usurpar mi cuerpo, así que centré mi mirada hacía el café, color canela, mientras no cesaba de darle vueltas con la cucharilla.

Ya parecía que escuchaba la música del bareto, sus gentes riendo, comentando sus historias, sus acentos tan distintos a los de mi ciudad de origen (y sí aún los recordaba) en fin ese era el día a día de la vida del bar. Aquellas conversaciones le daban vida y sentido a la apertura de cada tarde que comenzaba vació y terminaba por llenarse con gente del barrio y otros personajes que estaban de paso, y sí, dije personajes.

***

Nada más entrar “un personaje” se notaba que no eran de ese barrio, de esa ciudad, de mi ciudad, de la cual me enamoré cuando era joven. Yo también fui unos de esos personajes, pero ya habían pasado unos once años desde entonces y todos me conocían.

Al recordar esto sonreí, estaba sentada sola, en la barra del bar y sonreí. Creo que debieron pensar que estaba “loca” o en otro mundo. Bueno Marcos no lo pensaría, él ya me conocía y hoy había sido un día duro y por un momento me dio igual y pude olvidarme de la presencia de aquel muchacho.

Todo parecía ir por el buen camino hasta que de repente escuché una voz que me decía:

Es curioso ver a una mujer sola, sentada en la barra de un bar, ¿vienes muy a menudo por aquí?

Así que dejé atrás mis recuerdos y me centré en aquella voz.

Alcé la mirada hacía arriba y vi que era aquel muchacho, y por su voz deduje que era “un personaje”, no era de la ciudad, de aquello estaba segura.

Me quedé como una tonta, embobada, mirando sus ojos, unos ojos verdes impresionantes, algo entornados por el humo de otro cigarillo, pero no por ello dejaban de ser preciosos. No sé cuanto tiempo pude estar en silencio, simplemente observándolos, intentando ver más allá de una simple mirada y traduciendo lo que me querían decir. Pero tuve que detenerme si no quería quedar peor de lo que estaba quedando, al menos, eso pensé en aquel momento.

*** *

Cuando me di cuenta le respondí: En primer lugar con un buenas noches y luego le pregunté yo que qué interés tenía en saber si venía frecuentemente a aquel bar o no, y también le pregunté que de dónde era, si es que nunca había visto a una mujer bebiendo café en una barra, no era tan raro ¿no?. Para mis adentros pensé que quizás si era extraño ver a una chica sola en una barra, pero aquel bar, aquel bar era donde podía evadirme del mundo y donde podía ver a Marcos, un gran amigo que sólo veía en el bar y dos noches a la semana, cuando libraba. Quizás también fui algo borde con aquel muchacho, pero prosiguió la conversación contestándome lo siguiente: Pues en mi ciudad es raro ver a una chica en una barra de un bar cualquiera y menos a estas horas de la madrugada, aunque supongo que dejaría de ser extraño para mi, porque me acostumbraré pronto a verte a ti en esta barra ¿no? O eso espero. Me he mudado de ciudad, por motivos… (Se quedó en silencio y algo pensativo, su sonrisa se convirtió en seriedad)…por unos motivos personales.

Al ver el cambio de expresión decidí contestarle a la pregunta que me hizo y le dije, que sí, que sí solía frecuentar este bar. Aún no me creía que estaba teniendo una conversación con aquel muchacho, que mirada, que ojos, que…(Selena deja de pensar ya en todo él, al final se dará cuenta me dije a mí misma) De inmediato sonrojé, por lo menos eso me dijo él. Para seguir rompiendo el hielo me dijo que se llamaba Derek y pidió a Marcos un par de mojitos para los dos. Nos dimos un par de besos y allí seguimos conversando toda la noche. Hoy no tenía prisa, era sábado y mañana no madrugaba, así que me quedé con Derek hasta que cerraron el bar.

*** **

Cuando tenía mi primer mojito de la noche en mis manos, me di cuenta que había dejado el café enfriar. Derek atrajo toda mi atención hacía él y estaba perdiendo la noción del tiempo. Entre risas e historietas era la hora de cerrar el bar y salimos de éste. Echamos a andar, a escasos metros…¡Espera, he olvidado coger mi abrigo! le dije a Derek. Los calores del alcohol hicieron que me olvidara por completo (Tampoco bebí tanto, o eso creía yo) de que era invierno y que fuera del bar era otra realidad. Nos volvimos pero era tarde, Marcos ya había cerrado y hasta las tres de la tarde de domingo no volvería a abrir, así que tendría que volver. Genial, susurré en voz baja, genial. Derek me dijo que no me preocupara, muy caballeroso él, me prestó su abrigo y me dijo que a las tres de la tarde de hoy me acompañaría a recoger mi abrigo. Le dije que no era necesario pero él insistió, así que accedí.

*** ***

Además era extraño que después de tanto tiempo conociera a un muchacho así, me lo estaba pasando muy bien con él, pero a la vez estaba algo nerviosa. Que extraña sensación, pero me gustaba. Echamos a andar al salir del bar y claro, yo tenía que regresar a casa y él iba por el camino de dejarme en mi puerta ya que a pesar de la buena conversación, de las risas, yo llevaba su abrigo. Quizás fuese una excusa para saber donde vivía. Pero bueno, era una buena excusa, además aunque solo lo conocía de apenas cinco horas y media me gustaba, me gustó desde el primer momento en que lo vi en la barra. (Selena ¿qué piensas?, el alcohol saca a relucir mis pensamientos ocultos o aquellos que quiero negar).

*** *** *

Dimos un gran rodeo para llegar a mi casa, pero estaba tan a gusto con él que no quería que se acabara nuestro paseo. Pero tampoco podía ser eterno (ya no era una caminata sino un paseo y el tiempo volaba con Derek). A mitad del camino me pidió un abrazo, el pobre estaba sin abrigo, me sentía mal, pero él no lo quería, quería que yo lo llevara puesto.

Nos abrazamos, y sentí su calor corporal. Que bien me hizo. No quería separarme de él ( y no sabía por qué estaba sintiendo ese no sé qué). Al separarnos me cogió de la cintura y yo me aproximé hacia él. Fuimos así todo el camino, el poco que quedaba de él.

martes, 28 de septiembre de 2010

*** *** **

Así que de repente me di cuenta que estaba en mi calle, ya podía ver mi puerta y no podía seguir dando rodeos. Le señalé cual era mi casa y me acompañó hasta allí.

En la puerta le devolví su abrigo, me dijo que en unas horas vendría a por mí. Claro eran ya las seis y media de la mañana y en realidad ya era domingo. Me dio un par de besos en la mejilla, después me agarró con ambas manos de la cintura, acercó su cara a la mía, simplemente, la acarició, un leve roce, un sentir de su respiración, y me volvió a dar un beso en mi mejilla izquierda. Posteriormente se separó lentamente y antes de marchar me dijo que le había encantado conocerme, y que esperaba más noches de barra en un bar, más noches de risas empapadas en alcohol, más noches junto a una sonrisa como la mía. Más noches amaneciendo junto a mí.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Pereza


Porque espero que algún día se haga realidad este sueño..
Porque nos llovía señales del cielo y se nos escaparon de entre los dedos..
Porque estuvimos a puntito de conseguirlo,
porque son ellos,
por las impresionantes dos horas y media que nos han hecho pasar..
porque espero que no pase tanto tiempo para volver a verlos..
Porque forman parte del día a día en nuestras canciones..
porque reviví esta noche, porque reí, canté, bailé, grité, y lo mejor.. (Pequeña salvación por un instante) .. Conseguí ser feliz.

lunes, 20 de septiembre de 2010

La aventura de viajar hacia lo desconocido


Hoy empieza vuestro camino, hoy estáis lejos..hoy..hoy es un día de lluvia al ver que no estáis..
Hoy..sí..os echo de menos..y la aventura de viajar hacia lo desconocido..
Que maravillas os esperan por descubrir..que días soleados os encontraréis y de noches llenas de frío apoderándose de vuestro cuerpo..
Cada día marcho hacia ese mundo, hacia ese camino que me conduce la lectura..y allí tan solo soy capaz de imaginar, de disfrutar y de sentirme bien..
Porque espero el día de vuestro regreso aunque ni lo imaginéis..
Porque espero las anécdotas..
Porque el tiempo no ha de pasar ni más, ni menos deprisa..Somos nosotros quienes determinamos el ritmo del tiempo..
Por todo lo que os queda por vivir..y porque por allí, ya pasaron sus pasos..que dejaron huella..por aquellas tierras, aquellas tierras del norte.

jueves, 16 de septiembre de 2010

La vida de una estrella apagada


Se dedicó a la buena vida, bueno si es que se le puede llamar "buena"
Vivía en la noche, en la penumbra de cada calle, de cada esquina..
Ocultándose de los rallos de sol, les temía,
Huía hacía el rincón más oscuro que le daba la seguridad necesaria para poder dar pasos hacia adelante.
Sólo conocía, o sólo quería conocer el placer y el disfrute de cada minuto, de cada segundo, de cada instante..
Y tan sólo, al final del día disfrutaba la energía que sentía por sus venas, la cual le hacía querer levantarse cada día..
Eso no era vida para ella..no debería de haber acabado en aquel mundillo..

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Anoche soñé tu mirada azul


Anoche soñé con tu voz,
anoche soñé que no me despertaba..

Anoche soné que no era un sueño y era real..
Anoche viajé en el tiempo..

Anoche marché lejos de aquí y pude sonreír..Y pude verte sonreír..
Anoche soñé con el azul..con tu azul

A escasos km de la libertad


¿Pequeña libertad?
No, no lo creo.
Todo es fruto de tu imaginación, al contemplar el mar..un mar oculto, un mar invisible, un mar sin agua..
¿Quién es lo suficientemente libre para ver un mar brillante y radiante en tu ciudad?

¡Dejadle contemplar el mar!

Cuando el sol se oculte en los equinocios y la luna nos de su bienvenida, quizás..tan sólo quizás sepas contemplar el mar, que esta a tu lado, a escasos Km..porque no importa la distancia..
Porque ya va rumbo hacia él..Camino a la liberación..

sábado, 4 de septiembre de 2010

¡¡¡¡¡Euphoria!!!!!

Euforia en una mar de fuego.

Viendo chispas de aquel fuego saltar por todas partes
Un mensaje, un número, una alegría..
¿Cómo describir esa sensación?
Cafeína en su propia esencia..
Casi sin voz, de un lado para otro..
Gritos y saltos presentes al ver aquel número que indica la despedida de los números de segundo..
Gran, grandiosa euforia que viene a mi, sin esperarmelo, por sorpresa..¡¡¡¡¡EUFORIA!!!!!

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La eternidad del cielo


Déjame tan sólo..déjame tan sólo darte un abrazo..por última vez
Déjame sentir que hoy estás aquí aunque mañana no lo estés..
Déjame verte..
Déjame recordarte..
No me olvides ¿vale?-le dijo Aglaia mientras le acariciaba las manos una y otra vez..
-Y recuerda, siempre que mires hacia el cielo, y veas un cielo azul cyan, piensa que yo también lo estaré mirando..-continuó diciendo, casi sin voz..

Chruse acarició su mejilla izquierda y le levantó levemente su rostro..
-Y recuerda, cuando la noche caiga y te sientas sola, no has de sentirte así..mira hacia el cielo, y cuando las veas en lo más alto del firmamento me verás a mi,y las veras a ellas.. brillantes, radiantes, iluminándote la noche, sacándote una sonrisa porque yo las estaré viendo..

En ese mismo momento la abrazó con más fuerza que nunca, mientras sus lágrimas caían sobre su hombro..

Hoy quiero soñar bajo las estrellas, junto a ti..Hoy quiero que la noche no acabe, mi vida.