lunes, 17 de enero de 2011

Ocultando la realidad


Una noche de mentiras,
una noche en la que me traicionaban constantemente...
Rompió su juramento en el momento en el que me impidió visualizar a mi amado.
Fingió ser una amiga fiel y leal...
Silenciosa entre la multitud se ocultaba para pasar desapercibida.
Misteriosa para los demás, tenebrosa para mi. Era una experta seductora.
No dudó en atacarme, no dudó en arrancarme el corazón, y así despojarme de mis tierras y alejarme de mi amor.
Fui condenada al exilio en el amanecer de un día infernal de 1649.
Maldita traidora.

jueves, 13 de enero de 2011

Ayer u hoy


Hoy es un día sin una luz radiante,
hoy es uno de esos días en los que lo podría relacionar con algunos de mis sueños en color..pero un color muy apagado, en el que se distinguen los colores levemente..
hoy es un día en el que estoy rodeada entre folios y más folios con una gran cantidad de palabras...
Hoy es un día gélido.

domingo, 9 de enero de 2011

Las cartas de su vida


Una noche oscura, entre un millón,
una noche en la que se quedó abrazada a un recuerdo,
a unas cartas azules...

Releyó una y otra vez sus cartas hasta quedarse sin lágrimas..
Aferrada a un pasado, ahogada en un presente..
En su vida ni amanecía ni anochecía, tenía una vida gris..
Una lágrima tras otra hacían humedecer sus rosadas mejillas hasta alcanzar sus pequeños tesoros azules.
Unos ojos sin luz, intentaban volver a leerlas..
Unos ojos sin vida no veían más allá de un papel arrugado que sostenía en sus manos.

Ése era su día a día, su triste día a día...
Y aunque gritara libertad, nadie la escuchaba, era un grito en silencio, un silencio rotundo para el mundo.

Una noche de Enero en la que no tuvo de quien despedirse, fue la última vez que las leyó..
Una noche en la que no volvió a despertar.

viernes, 7 de enero de 2011

Todo tiene su fin

(Escuchad)
Gran sonrisa felina entre nubes de pensamiento..
Tan sólo era un leve recuerdo.
Inmensa en un sinfin de fuego, ardiendo a cada segundo, sintiendo el presente y cada llama recorriendo su cuerpo, incapaz de huir, atrapada por su sonrisa.
No era capaz de sentir el mañana, porque su fin se acercaba..
Sólo quedarían cenizas, y un pensamiento desvanecido,
Transformado en polvo, que podría volar alto, muy alto, y ¿por qué no? hasta sus labios.
Unos labios que ya no volvería a contemplar.
De vuelta a la realidad observó una última mirada, culpable del fuego que le recorría ya por el cuerpo entero.
Perdiendo la noción del tiempo, escuchando los aullidos lejanos de lobos y el crujir de las hojas de los árboles.
Ya nada importaba.