Historia de una vida

Atrapada en la música

Perpleja, asombrada quedó al ver ante sus ojos semejante sorpresa..
Una luz rojiza, una olor envuelta a un aroma de magia..
La música atraía su cuerpo a dar pasos hacia adelante..hacia esa luz misteriosa..

Pero el olor de él la impedía siquiera reunir el valor o fuerzas suficientes como para incorporarse, levantarse de ese sofá y seguir aquella luz que le prometía incandescente que la iba a cuidar, que la haría sentirse mejor de lo que se estaba sintiendo allí, en aquella situación.
De pronto, sin avisar, una mano en su brazo. Cogiéndolo con fuerza. Una mano pegada a un olor. A un recuerdo. A un dolor.

Una mano, un sentir, un vuelco al corazón..un instante, un silencio, un segundo..el suspiro de una vida reflejado en el roce de su mano con su brazo..una foto en movimiento de unos míseros 30 segundos..un bonito recuerdo, pero sin saber por qué, transformado en dolor..

-"Me alegro de que las sigas teniendo-dijo él.-Gracias.
-Dejaré de tenerla el día en que no seas nadie" El foco de su dolor eran episodios como éste que un día se obligó a sí misma a olvidar.
"Olvídalo todo", se repitió mentalmente. Y rebeldemente, su subconsciente le mandó una nítida imagen de él. Su pelo, su sonrisa, sus ojos. Y se echó a llorar.

Las lágrimas acariciaban sus mejillas, su respiración se aceleraba..y su corazón..su corazón estaba roto..¡Maldita sea!¿Por qué tenía que pasar esto?
Un vuelco al corazón, destrozado, hundido en la inmensidad de un mar, en el que un día grabaron su nombre..

Un día gris, una tarde gris de playa en la que pasaron a la eternidad esa historia de amor que se quedó enredada en la arena sobre la que hicieron el amor hasta que les sorprendió desnudos el amanecer, fundidos en un solo cuerpo, amándose como jamás fue capaz de amarse nadie. Recuerdos que olvidar, que tirar a la basura, al fin y al cabo.¿O quizá no?

Recuerdos de un pasado que ya no volverá..recuerdos del ayer..Recuerdos que espero que se esfumen..que vuelen lejos, lejos de mi..para que así sea capaz de percibir la brisa de cada mañana con una leve sonrisa, pero al fin y al cabo, con una sonrisa.