Él corría, nunca le enseñaron a andar, se fue...tras luces pálidas. Ella huía de espejismos y horas de mar. Aeropuertos, unos vienen otros se van igual que Alicias en ciudad. El valor para marcharse, el miedo a llegar. Llueve en el canal, la corriente enseña el camino hacia el mar....Todos duermen ya. Dejarse llevar suena demasiado bien...Jugar al azar.Nunca saber donde puedes terminar o empezar.Un instante mientras los turistas se van... Un tren de madrugada consiguió trazar la frontera entre siempre o jamás. Ella duerme tras el vendaval, se quitó la ropa...Sueña con despertar en otro tiempo y en otra ciudad.
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