Una noche oscura, entre un millón,
una noche en la que se quedó abrazada a un recuerdo,
a unas cartas azules...
Releyó una y otra vez sus cartas hasta quedarse sin lágrimas..
Aferrada a un pasado, ahogada en un presente..
En su vida ni amanecía ni anochecía, tenía una vida gris..
Una lágrima tras otra hacían humedecer sus rosadas mejillas hasta alcanzar sus pequeños tesoros azules.
Unos ojos sin luz, intentaban volver a leerlas..
Unos ojos sin vida no veían más allá de un papel arrugado que sostenía en sus manos.
Ése era su día a día, su triste día a día...
Y aunque gritara libertad, nadie la escuchaba, era un grito en silencio, un silencio rotundo para el mundo.
Una noche de Enero en la que no tuvo de quien despedirse, fue la última vez que las leyó..
Una noche en la que no volvió a despertar.
Su problema fue qe, de tanto, y tanto gritar...tan estruendosos eran sus gritos qe no escuchaba más allá...No oía, no se daba cuenta qe tras sus gritos se escondian otros,menos fuertes pero igual de intensos, recordandole qe ''estoy aqi,no puedes verme, ni oirme,pero estoy aqi''.
ResponderEliminarPizkita.
Gracias, simplemente gracias.
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