
Una noche de mentiras,
una noche en la que me traicionaban constantemente...
Rompió su juramento en el momento en el que me impidió visualizar a mi amado.
Fingió ser una amiga fiel y leal...
Silenciosa entre la multitud se ocultaba para pasar desapercibida.
Misteriosa para los demás, tenebrosa para mi. Era una experta seductora.
No dudó en atacarme, no dudó en arrancarme el corazón, y así despojarme de mis tierras y alejarme de mi amor.
Fui condenada al exilio en el amanecer de un día infernal de 1649.
Maldita traidora.